Homenaje a José María Arguedas
“El legado de un peruano de
inspiración y acción”
“Hay quienes escriben y ganan mucho dinero, hay quienes escriben poco y
trascienden en el tiempo y hay quienes escriben y cambian el mundo” José María Arguedas Altamirano es para mí de
los últimos. Narrador que tuvo como
fuente de inspiración la realidad peruana y fue uno de los más apasionados en
demostrar la grandeza de nuestra cultura andina. Veló por una cultura autóctona, milenaria, mestiza y prodigiosa. Me he
enfrentado varias veces a sus obras y como huancavelicano he mostrado
sentimientos de nostalgia, amargura y satisfacción. Hoy humildemente proso
estas líneas al conmemorarse el centenario de su nacimiento.
Su fuente de inspiración fue su vida misma,
muchos considerarán que estuvo llena de frustraciones y contradicciones, pero debemos
considerar que los problemas son las mejores motivaciones para alcanzar nuestros
objetivos. Arguedas nació hace cien años en
Andahuaylas. Sus años más felices los pasó compartiendo, aprendiendo, y sobre
todo, llenándose de cariño su alma con los campesinos, ya que quedó huérfano de
madre cuando tenía dos años. Su padre se casó con una mujer despreciable porque
lo rechazaba y le mandaba a convivir con los criados de la casa, como un castigo.
Pero eso fue una bendición para él ya que era feliz. Una evidencia
de lo que afirmo lo corrobora un diario “La
casa que lo albergó hasta los 4 años, en el tradicional barrio de Quichqapata. Hoy
es una de las pocas viejas casonas que permanecen de pie. Fue aquí, antes de
que su padre se lo llevara a Lucanas a vivir con su siniestra madrastra, donde
el pequeño José María habría aprendido de la mano de su tutora Luisa Sedano el
quechua y el canto andino”.[1]
Y así fue siempre-
Arguedas expresó en toda su magnitud su peruanidad, su sentido de
pertenencia a nuestra patria. Perfiló nuestra identidad y la retrató
admirablemente en sus novelas, logrando definirnos, persuadirnos y enaltecernos
como el país de todas las sangres. Su obra lleva impresa el signo de nuestra
nacionalidad pues supo penetrar y recorrer los ríos profundos que nos
atraviesan desde la selva hasta el mar y además registrar el periplo social y
humano de los zorros de arriba y abajo que han colmado nuestra historia. Como dicen los expertos “Arguedas expuso el mundo indígena desde una visión
interna, desde
alguien que vivió en carne propia las tradiciones locales, y no como un visitante más”.[2]
Entonces
cabe perfectamente rememorar el refrán: “Nadie ama y valora lo que no conoce”;
en ese sentido, Arguedas fue uno de los más orgullosos, apasionados y tercos en demostrar
la grandeza de la idiosincrasia andina.
Si todavía dudas de su identidad cultural te alcanzaré los siguientes
datos: Aprendió a cantar en quechua, interpretó el charango y el violín, era un
fanático de la Danza de las Tijeras y fue Director del Instituto de
Cultura. Basta un par de anécdotas para
demostrar su amor a lo nuestro. Dos días antes de que se disparase en la sien
bailó alegremente los huaynos por más de cinco horas en una fiesta patronal; la
otra fue que su último deseo después de su muerte fue que Máximo Damián, el
entrañable amigo del violín andino, entonara su canción preferida y así se
cumplió. Sin duda un hombre que predicó con el ejemplo.
Muchos han tipificado a Arguedas como un hombre resentido y triste. “No
entiendo por qué dicen siempre que Arguedas fue triste, si él era alegre,
bailarín y le encantaba contar chistes en quechua”, dice Jaime Guardia,
maestro del charango y amigo del escritor. Fue un hombre sensible, honesto,
auténtico, alegre y solidario. Así los demuestran testimonios verídicos:
Cuentan que un día no había aparecido durante todo el día y volvió a casa
muy tarde y su hermana Nelly le
preguntó ¿Dónde has estado? “Fui a suicidarme a los rieles del tren,
pero en el camino vi a una chancha amamantando a sus chanchitos, me quedé
viéndolos durante horas y me olvidé de matarme”, dijo y luego se rio.
Sus obras no estuvieron ajenas a sus ideales de vida. El cuento que más me
impactó fue El sueño del pongo, “Gran señor, dame tu licencia; padre mío,
quiero hablarte- dijo el hombrecito. El patrón no oyó lo que oía. ¿Qué? ¿Tú
eres quien ha hablado u otro?- preguntó el hacendado”, creación en la
que denuncia las injusticias del gamonal contra el indígena que no tiene mayor
resignación que alcanzar la justicia divina. Su novela Todas las sangres
expresa las vivencias de un grupo de indios hacendados y todas sus
peripecias por el dinero y el control de una mina, un conflicto entre personas
de la “misma sangre cultural”. Entonces muestra su rechazo a la exclusión y al
racismo. Todos los peruanos cualquiera sea su raza y procedencia geográfica tienen
defectos y virtudes; entonces nuestra diversidad étnica y geográfica debe
convertirse en nuestra principal fortaleza.
La trascendencia cultural, literaria e histórica de Arguedas es
indiscutible e incalculable. Así Vargas Llosa al recibir el Nobel dijo “Un
compatriota mío, José María Arguedas, llamó al Perú el país de todas las
sangres. No creo que haya fórmula que lo defina mejor. Eso somos y eso llevamos
dentro los peruanos, nos guste o no: una suma de tradiciones, razas, creencias
y culturas procedentes de los cuatro puntos cardinales”. Francisco Miró Quesada Cantuarias
expresó: “Su identificación con el hombre autóctono no tenía nada que ver con el
indigenismo fanático que rechaza todo lo occidental y, sobre todo, lo
hispánico. Lo que José María Arguedas rechazaba era la actitud despreciativa y
prepotente de algunos peruanos frente al indio”. Sin duda, para él el
Perú era una síntesis de occidente y la civilización andina.
Finalmente considero que el aporte cultural de José María al Perú de ayer, hoy y siempre
sigue vigente. Para mí es uno de los escritores más determinantes y apasionados
que ha engendrado nuestra patria. Gracias a su perseverancia, a su identidad
cultural, a su patriotismo supe entender que la grandeza de nuestra patria está
en su diversidad, pero nos falta consolidarla como una nación auténtica donde
todos tengan las mismas oportunidades y satisfacción de disfrutar de lo nuestro.
Phebe76@hotmail.com.pe
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