EL GORRIÓN
Y LA SEMILLA.
La tierra estaba desolada, contaminada, violentada, triste y trágicamente destruida; sin
embargo existía lugares remotos llenos de vida. El sol quemaba y la tierra cada día más
estéril.
Con mucho esfuerzo germinó y había crecido una planta de lirio, el
último ejemplar sobre la esfera terrestre de esos lares, sus hermosos pétalos habían formado
un capullo de semilla que estaban listas para caer a tierra fértil.
- Es el fin de mi especie- se lamentó el lirio.
Muy cerca estaba posado sobre una roca un gorrión contemplando el
desolado valle y pensó que tenía que migrar hacia las zonas tropicales porque allí ya no había esperanza alguna. Escuchó el lamento de la flor.
- Ha llegado la hora de migrar a otras tierras – dijo el ave.
- Si sólo tuviera tus alas, salvaría a mi especie.
- Si yo pudiera ayudarte, te llevaría conmigo.
- Sé que el viaje es largo, pero tu amor puede más– imploró el
lirio - salva mis semillas.
- ¿Qué será de ti?- Interrogó mustio el ave.
- Yo ya he vivido, quiero que mi especie siga trascendiendo y ornamentando la tierra.
El gorrión guardó celosamente entre su pico la semilla y emprendió el vuelo
hacia una nueva tierra, dispuesto a convertirse en un héroe.
MORALEJA: La solidaridad natural está lleno de belleza.
Phebe76@.
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